Aunque la dieta pegana permite más flexibilidad que la vegana o la paleo por sí solas, muchas de las restricciones propuestas limitan de forma innecesaria alimentos muy saludables como las legumbres, los cereales integrales y los lácteos.
Los defensores de la dieta pegana aducen el aumento de la inflamación y unos niveles elevados de azúcar en sangre como las razones principales para excluir estos alimentos.
Por supuesto, algunas personas tienen alergias al gluten y a los lácteos que pueden aumentar la inflamación. De forma similar, algunas personas luchan para controlar el azúcar en sangre cuando consuman alimentos altos en almidones como los cereales o las legumbres (Estudio8, Estudio9).
En estos casos, reducir o eliminar estos alimentos puede ser lo apropiado.
Sin embargo, a menos que tengas alergias específicas o intolerancias, es innecesario evitarlos (Estudio10, Estudio11).
Además, la eliminación arbitraria de grandes grupos de alimentos puede conducir a deficiencias energéticas si no se sustituyen cuidadosamente dichos nutrientes. Por lo tanto, necesitarás un entendimiento básico de la nutrición para implementar la dieta pegana de forma sana (Estudio12, Estudio13)